Seguidores

jueves, 8 de junio de 2023

CENIZAS DE UN ANGEL CAIDO

 



CENIZAS DE UN ANGEL CAIDO


Solo quedan los restos de ese fuego apasionado que sentimos cuando la estrella fugaz alumbró el infinito de nuestros más ansiados deseos. Como cuando se derrumban los pilares del edificio de nuestra estructura vital, quedando lejanas y muy atrás las promesas de un amor eterno que ahora solo es un vacío perpetuo en el baúl de un recuerdo olvidado…

Nos creemos inmortales e infinitos, indestructibles y con derecho a una felicidad que se supone merecemos, solo porque pensamos que por el simple hecho de vivir estamos obligados a buscarla continuamente, a ser más ricos, más inteligentes, más puros y más bellos que lo que nuestra propia naturaleza deriva de nuestra genética…

Y luchamos contra nuestros propios miedos, nos enfrentamos a los gigantes que aguardan en el castillo de nuestra dichosa imaginación… esa maldita compañera que puede hundirnos a la mayor de las miserias psicológicas encumbrarnos a ese podium divino que no es más que una idealización de una irrealidad tan real como nosotros queramos que sea…

Amamos sin medida, sin rencores, sin contemplaciones, entregamos nuestras vidas a otras personas pensando que merecen dirigir nuestras vidas a su antojo, dejando de cumplir los sueños y las promesas que nos hicimos a nosotros mismos cuando nuestros egos nos llevaban de la mano con el nacimiento de nuestra juventud…

Somos las batallas perdidas y las guerras ganadas, los suspiros quebrados y los abrazos rotos, los besos perdidos y los amores escondidos, las promesas banales, el futuro incierto, las verdades a medias, los te llamaré cuando el tiempo es ahora, somos la despedida en el tanatorio cuando ayer te vi de pasar y dejé mi saludo en un triste adiós sin saber que se acababa tu camino, somos todo lo que prometimos no ser y acabamos siendo…

Y ahora que estoy haciendo mi último tránsito, mi último caminar, los últimos pasos en este terrenal mundo, los que prometieron que estarían no están, las lágrimas de nada sirven, ya el tiempo de mi reloj se agotó y nadie ha venido a rendirme cuentas, todo es un simple paso que creemos largo y es tan corto como un abrir y cerrar de ojos…

Ya solo me queda agradecer a quien mis restos rendirá mi último deseo antes de viajar al otro lado, ser las cenizas de ese ángel caído que siempre fui, el de las alas rotas por querer ser el pan y el día de otros sin darme cuenta de que cada ser es único e irrepetible… la sala del crematorio me espera y mi último deseo es que te sientas libre para vivir, para sentir, para disfrutar de tu tiempo de reloj… Nadie es inmortal, nadie es indestructible, todos estamos hechos de la misma magia y la misma chispa que nos hace creer , amar, padecer… simplemente vivir…

Que mis momentos vividos en tus recuerdos siempre permanezcan en tu memoria… mis cenizas déjalas que sean parte del mar de tus sueños…

Te espero en el cielo de tus deseos…


No hay comentarios:

Publicar un comentario