EL DESVÁN DE TUS DESEOS
Entra, la puerta está abierta, mi pequeño reino del desorden
está listo para que con tu soplo de vida, termines de desordenar todo lo que
llevo dentro y entre los dos recompongamos el puzle de nuestra existencia…
Atrás quedo el tiempo del miedo y la duda, de la tristeza y el lamento, ya no
nos valen las risas a medias, las conversaciones sin terminar, el café frio y
la almohada vacía…
Olvida aquel ramo de febrero que te rechazaron cuando tu
pubertad levitaba y te subía en la nube la confusión… Deja atrás aquella mirada
furtiva en busca de la presa mas joven e inexperta reclamando una caza
imposible cuando solo acababas de empezar a volar… Deja en el tintero de tu
memoria todas aquellas burlas que sufriste cuando te sentías el ser mas triste
y débil del planeta…
No somos capaces de mirar dentro, en el fondo de nuestro
pequeño desván, donde todo es desorden y agitación, confusión y rabia, querer
poder y no tener la fuerza suficiente para gritar al cielo que tu lugar en el
mundo aun no ha llegado… Deja atrás los besos escondidos por primera vez y
calla la risa de quien no te quiso valorar…
Empuja al precipicio de tu ira, a los seres inamovibles e
inertes de la jaula de tus miedos, salta y déjate caer al infinito de ese
futuro tan incierto que puede que si o puede que no… pero inténtalo, déjate
llevar, que tienes que perder… el no hay siempre esta… y si te lo propones eres
capaz de construir ese castillo en el aire que guarde tus promesas mas
incumplidas…
Cierra la pagina de ese libro que no quisiste terminar por
el miedo a que la historia no fuese real, suelta tus manos y deja que tu
pensamiento dictamine en un folio en blanco los principios de incertidumbre que
allanen las pisadas de ese camino alquímico que siempre has deseado y no has
encontrado…
No hay edificio que seas capaz de construir, sin un pilar
fuerte, que amarre los cimientos y fragüen la base sólida de una paz tan
deseada como merecida… debes agarrar el tiempo del minutero y gastar cada
segundo como si fuera el último…
No hay batalla perdida, solo guerra por conquistar, la paz
solo se consigue poniendo en orden cada momento vivido, ordenando cada
sentimiento gastado, cada amor perdido, cada café bebido sorbo a sorbo,
degustando, admirando y haciendo de tus sueños las realidades mas sanadoras y
esperanzadoras de tu propio destino…
Seamos los poetas muertos que se suben al pupitre y lanzan
al viento “Capitán oh mi capitán”, desafiemos al no posible y busquemos el si
que nos traiga ese viento del norte que limpie todo el polvo y el barro
acumulado en las mil batallas perdidas… Seamos paz para el desorden y pongamos
final a la tristeza baldía… Llenemos nuestras vidas de la Fe, la Esperanza y la
Paciencia necesarias para volver a ser lo que fuimos… Ese ser de luz que llegamos
a este lugar, para dejar huellas tras nuestras pisadas…
Mi desván volvió a quedar limpio… necesitaba la luz
machadiana de tu atardecer preferido… Gratias ago tibi, quia existentium…

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