El
mirador de nuestra estrella
Solo
ante la inmensidad, como ave furtiva que surca libre los vientos del sur y despliega
sus alas, divisando el infinito como la marea viene y va, el oleaje me
conquista y pierdo el sentido del tiempo…
Encuentro
la paz en la calma del rompeolas, que siempre recibe la fuerza de esas aguas
sempiternas, mezcla de miles de mares y oceanos, miles de sueños recorridos en
el infinito de sus profundidades…
Tres
peñones salientes como la Fe, la Esperanza y la Paciencia, resguardando mis secretos más escondidos en el interior
donde cualquier tiempo pasado nunca fue mejor y me debo a ese futuro que me
espera, cerrando viejas puertas que a nada llevan y solo yo poseo la llave de
mi verdad…
Mis
ojos navegan sobre la brisa marinera de esta canícula que ya comienza a fraguar
sus primeras tardes de calor, a la fresca de este mirador tan eterno y
romántico que quedara ya en mis recuerdos, como el tiempo que necesitaba para
ordenar los papeles desvencijados en el fondo de mi alma…
El graznido
de las gaviotas me trasladan a ese mundo tan libre, que quisiera sentir la
inmensidad de su vuelo eterno, sin asuntos que resolver, solo el sentido del
aire rozando mi rostro y alimentando mi alma de ese oxígeno que rompe en el
crepitar de cada ola eterna…
Te
observo, tumbada junto a mi, con tu alma al sol, tus ojos deslumbrantes y tú
sonrisa eterna, buscando la paz que tanto ansias para volver a volver, peleando
contra tus propios miedos tal cual guerrera, dejando atrás la tristeza y la
pena de este tiempo pasado, como propiamente dice la palabra, pasado, ya quedó
atrás…
Nuestras
manos siempre unidas, nuestras sombras siempre buscando nuestro propio árbol
que nos de cobijo, un único camino, un sendero tan eterno como el firmamento
que divisamos cada noche en busca de esa fugaz Estrella que nos dejó meses
atrás y ahora para siempre nos espera…
Poco
queda para celebrar el fin de nuestra eterna espera, aquel tiempo el el que
contábamos los días al revés, buscando que nuestro empezar juntos fuera eterno
y ya no hubiera más cruces de caminos y divisiones de tiempo cada uno en su
punto cardinal…
Ahora
que la brújula siempre nos guía al mismo norte, buscando el futuro infinito,
bailemos siempre abrazados y digamos si a la vida junto a este mirador que ya
será tan nuestro como cada sueño cumplido…
Tanto
tú, como yo, sabemos que siempre seremos eternos…
MFAR
EL TROVADOR ALQUÍMICO

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