OTOÑO ETERNO
Oscuras
tardes de naranja y ocre, las hojas son el reflejo de los días, que caen
pasivas y lentas como las agujas de ese reloj desgastado…
Tras
el astio tiempo de la canicula, escondemos nuestras prendas más livianas y
sacamos a relucir del baúl del recuerdo invernal esa franela que envolverá
nuestras noches frías y de desaliento…
Observamos
como la leña prende nuestros hogares en las chimeneas y calderas ansiosas del
calor eterno…
Ñagazo
como los restos de los retoños florales que esbeltos y relucientes lucian en
las jardineras que ahora son cenizas
frías…
Ocultando
el sol del atardecer mientras el olor a café inunda mi estancia donde me
sumerjo en los sueños de invierno…
Estare
replicando a las estrellas la tardanza de la luna en iluminar mis noches
difusas…
Tendré
mi pensamiento puesto en la memoria de tus besos tardíos cuando mi calor
desgrana mis sentimientos…
Encumbrare
la cima más alta con los poemas que quedaron en mi tintero sin rrimar…
Romperé
con el adiós temprano cuando el sol frío da paso a la luna ciega de octubre…
Navegare
en tus sentidos cuando recuerde cada rincón de tus labios y me estremezca
imaginando tus caricias en mi piel…
Otoño
siempre será mi tiempo feliz de caramelo, cuando las musas vuelven a mi
Alquímico pensamiento literario…
El
trovador Alquímico
Manuel
Francisco Aldana Rodríguez

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