Buscando
mi Ultreia…
La lluvia incesante me
llena de vida… No hay nada más placentero para mí, que escuchar como el maná
del cielo golpea una y otra vez los cristales de mi rincón del descanso del
guerrero, mientras la leña crepita y arde en la chimenea…
Hace tiempo que no acudo
a ti, a mi terapia literaria y alquímica, con la que desahogar los demonios que
me invaden día a día en el transitar del tiempo que pasa inquebrantable por el
reloj que ata mi mano y marca el compas de la vida que no perdona y sigue
descontando gotas de arena sin más contemplación que la que marca nuestro único
dueño… el tiempo…
Somos incrédulos cuando
pensamos que mañana será otro día… vivimos inmersos en la diáspora de que mañana
tendremos otra oportunidad… y mas bien es al contrario, hoy es mañana, hoy es
el momento en el que debemos besar, amar, perdonar, y seguir adelante con
nuestras miserias, con nuestras conquistas y nuestro aprendizaje…
No hay mas meta en esta
vida tan loca nuestra que afrontar la realidad de nuestro día a día, como si
mañana no existiera… como dijo en su momento aquel Capitán, oh mi Capitán…
Carpe Diem… Y en esas ando entre mis pensamientos y mis sueños…
Últimamente me invade la
idea de caminar… caminar haciendo camino… buscando esa senda penetrante e inhóspita
que me lleve hasta el mas anhelado de los deseos que mi corazón día a día me
pide a gritos… Debes conquistar tus sueños, debes hacer todo lo posible porque
tu vida se desgaste en el tiempo teniendo y dándole sentido a todo lo que mas
deseas y ansias, y no pasar el minutero del tiempo sin luchar por hacer
realidad todo aquello que crees que te hará feliz…
Felicidad, que palabra
mas dañina… Nos hacen creer que tenemos que buscar la felicidad… y nada más allá de la realidad… la felicidad
es una efímera trampa que nos marcan en la frente nada mas nacer… como si
nuestra vida no tuviera sentido si no somos capaces de alcanzar la tan
desdichada meta… Ser felices… y yo pregunto… ¿Qué es la felicidad? ¿Qué o quien
nos marca la meta que hay que lograr para alcanzar tan ansiado deseo?...
Preferiría lograr
alcanzar la paz mental, la tranquilidad de mi alma y mi corazón, el bienestar
de mi presión arterial, que mi corazón lata al ritmo que le imponga la plenitud
de mis sueños… No deberíamos ser esos borregos que agachan la cabeza camino del
matadero, viendo como en el transcurso de ese camino tenemos mil armas con las
que desandar nuestro camino al patíbulo y ser libres para demostrar a la humanidad
la confusión y la sinrazón en la que unos matarifes quieren marcar nuestro
propio destino…
Vivimos anclados en una
cuenta bancaria, en un trabajo que nos machaca y esclaviza, en relaciones toxicas
que no nos hacen ningún bien… vivimos la falsedad de amistades convenidas por
el pensar que solos estaremos abandonados a nuestra suerte y que es preferible
estar rodeados de lobos que en cualquier momento sabemos que nos podrán rodear condenar
a una muerte segura…
Somos esclavos de
nuestros propios miedos, de nuestras propias ansiedades, aun teniendo la
ventana de nuestro corazón abierta a ese paraíso mental que nos daría la armonía
y paz necesarias para dejar de derramar lagrimas por demonios que en realidad
no existen y nosotros mismos hemos construido creyéndonos ser unos seres indefensos
y parias en nuestra propia tierra prometida…
La lucha incesante entre
nuestra mente y nuestro corazón, son el principal dilema que nos separa de
alcanzar ese ansiado instante en el que rompamos con todo y con todos y nos dediquemos
a mirarnos en nuestro propio espejo
interior y dejar de ser el reflejo del sueño de los demás y seamos los
propietarios de nuestro único camino… el camino a ultreia… Tengamos la valentía
de caminar sin mirar atrás… caminemos buscando la alquimia necesaria para
lograr alcanzar la meta de nuestros propios deseos y dejemos de construir
castillos y murallas en el aire… Solo tenemos un dueño y es nuestro propio
tiempo… Aprovechémoslo…
El Trovador Alquímico
Manuel Francisco Aldana
Rodriguez

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