PRINCIPIO DE
INCERTIDUMBRE
Y se acabó… cuando menos te esperas así termina la historia,
así todo queda atrás y nada queda donde estamos, la nada absoluta, las risas,
los llantos, los enfados, los caprichos, las metas conseguidas, los esfuerzos
realizados, las promesas incumplidas, las cuentas dichosas para llegar a fin de
mes… y se acabó…
En esas estamos, en ver la vida pasar, cuando en realidad, deberíamos
ser más sensatos, tener los pies en la tierra y saber que en cualquier momento,
todo acaba, o todo empieza… según lo queramos idealizar…
Cuando piensas en que lo que has escuchado o algo que has
vivido cerca, nunca te va a pasar, y en un segundo, una llamada, rompe con todo
tu presente y pone patas arriba tu vida, lo cambia todo, simplemente porque
todo se acabó… Y te quedas con esa mirada perdida, pensando en que nunca
llegaría ese momento en que te tocaría a ti ser el protagonista del final de
una historia feliz que acaba siendo una tragedia para quien lo vive pero no
para quien lo sufre…
De eso trata este principio de incertidumbre, de no saber cuándo
la realidad efímera va a ser tu más fiel compañera para convertirse en la más
pura realidad de todo aquello que un día pensaste que no podría pasar y pasa…
Y te dejaste la ropa tendida, la ventana del dormitorio
abierta para ventilar, la compra a medias, el pan sin descongelar, la fruta recién
comprada en el frutero, las cuentas por pagar y el café de la mañana sin
terminar…
Vamos como tormentas y lluvia de invierno por la vida… no nos
paramos ni un segundo a pensar que en el olor de una flor, en sentir el agua
mojar tu alma en una playa, saborear nuestro plato preferido, escuchar nuestra canción
preferida, leer nuestro libro que más nos reconforta o simplemente pasear sin
reloj, sin prisas, sin mil problemas banales que resolver… ahí está la esencia,
ahí rompemos con el principio de incertidumbre que nos ata, que nos esclaviza y
que nos deja ver más allá de nuestro propio ombligo…
Pero cuando la vida te pasa por los ojos en décimas de
segundo, cuando sientes que todo se acabó, de nada vale todo lo pensado y no
vivido, de nada vale el mañana quería hacer, de nada sirve que pasará el mes
que viene si no tengo con que pagar… Estamos tan absortos en este viaje llamado
vida preocupándonos de lo que menos importa, que dejamos lo verdadero, lo real,
lo simple, para después… y después todo se termina…
Mira a tu alrededor, para un segundo y siente, escúchate a ti
mismo, deja todo lo que tengas en mente, piensa en ti un solo instante, dedícate
ese tiempo que nunca te tomas para escuchar tu canción favorita, prepara ese
plato tan rico, sal a caminar bajo la lluvia, gasta tu perfume especial para
momentos únicos… hoy es ese momento único… porque te puedo asegurar que todo
acaba… el tiempo seguirá pasando sin que tu no pienses en que pasará mañana…
Rompamos nuestro principio de incertidumbre y hagamos de nuestro mañana el hoy
para siempre… porque al final… todo acaba… o todo empieza…

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