Ya va siendo hora de perdonarte,
ya va llegando el momento de que rompas con todos los conflictos que tienes en
esa cabecita, atrás deberías de dejar toda esa mochila llena de calvarios, de
lágrimas, de decepciones, de tu más que yo, porque yo soy más que tu sin tu
pedir nada a cambio…
Y es que cuando tú no eres el
propio conductor de tu vida, y te sientes continuamente sometido a la decisión de
otra persona que sin tener que hacerlo por muy cercano que a ti, toma las
riendas de tu vida y controla cada centímetro que tus pasos andan y mide cada respiración
que haces, llega un momento que si creces con ese control – descontrol, al
final te sientes como el elefante que desde pequeño atan su pata a una cadena
de la que no se puede soltar porque aún no ha crecido y no tiene fuerzas, pero
cuando eso cambia, se hace mayor y las fuerzas ya si le acompañan, esta tan
acostumbrado a la cadena, que cree que no podrá nunca liberarse y tan solo con
un paso podría romper cualquier cadena y destrozar cualquier barrera, pero su
cautividad le han hecho dejar de creer en su propia fuerza interior…
En cambio, en esta puta jungla de
asfalto, hay otro animales, por llamarlos de alguna forma, que siendo lo más ínfimo
de la sociedad, se creen seres superiores que para superar sus propios traumas
deben vivir su vida secuestrando la vida de los demás, para así sentirse los
reyes de la jungla, cuando son ellos los primeros cobardes que no son capaces
de poner en orden su cabeza porque su miedo no les permite vivir sin dañar a
los demás...
Pensamos que cuando algo nos
atrapa y nos encanta, debe de gustarles a los demás para sentirnos cómodos al
tomar la decisión, por miedo a equivocarnos, y sinceramente es el peor camino
que podemos elegir… Si algo te apasiona, si algo te gusta, si algo te llena de corazón,
vence al miedo poniendo todo tu amor en el empeño de conseguir tu objetivo… Sea
cuando sea, a la hora de elegir una formación, una carrera, a la hora de tomar
la decisión más transcendental como construir una familia con tu pareja, a la
hora de descubrir tu mundo interior, a
la hora de emprender y crear tu propio negocio o empresa… debemos de romper
nuestras barreras mentales, y creer en nosotros… creer en que con amor,
derrotaremos a ese miedo que nos bloquea y que nos hace vencibles…
Pasamos horas y horas de nuestra
vida, haciendo cosas, labores, actos que realmente no nos llenan, no nos
motivan, no nos hace mejor personas, que no nos dejan crecer y creer en
nosotros mismo. Cuantas horas hemos perdido mirando un reloj pensando en que
llegamos tarde a un sitio o lugar que realmente no nos lleva al sitio que de
verdad desearíamos…
Dejamos que miles de veces,
personas indeseables que se cruzan en nuestro camino, nos hagan creer que sobramos
en este lugar, que no pintamos absolutamente nada, porque nos sentimos totalmente
manipulados, dañados, perseguidos y desahuciados socialmente…
De niños, nos educan siempre en
el miedo, con el por si acaso, con él vaya a ser que, con una protección desmedida
que nos lleva a ser los valientes más cobardes de este planeta… Somos
inteligentes, pero cuando tu vara de medir impuesta es implacable a cada paso
que quieres crecer y te rompen esa ilusión, al final te crees ser esa marioneta
que solo la controlan unos hilos invisibles que cuelgan de nuestra memoria…
rompiendo con la esperanza de ser lo que realmente nacimos para ser…
El único ser que es propiedad de
cada uno, es uno mismo, nadie debería de tener la omnipotencia de creerse
superior a ti por el simple hecho de que no crea en sí mismo, nadie debería
romper las ilusiones de esa pequeña criatura que vive encadenada al miedo de no
creerse lo suficientemente independiente para saber que tras la caída y el
golpe, viene levantarse y seguir adelante, para volver a caer, pero sin miedo a
hacerlo… solo hay que saber cómo aguantar esa caída una y otra vez, hasta
alcanzar tus metas deseadas, hasta ser quien realmente quieres ser, venciendo
al miedo con todo el amor que llevas dentro…
Se puede fallar, una y otra vez,
para eso estamos aquí, para aprender, para crecer, para descubrir nuestro
destino… Nadie es ni debería ser el dueño del destino de nadie… Las cadenas se
rompen cuando buscamos en nuestro interior la fuerza suficiente para creer en
nosotros… y si algo es seguro es que nadie va a creer en ti como tu mismo… Es
hora de dejar de ser un extraño en tu propia vida… Te espero al otro lado de la
calle… donde todo es posible si en ti mismo tu solo crees… Las quimeras son
barreras que se pueden romper si vencemos a nuestros propios miedos… con Amor…

No hay comentarios:
Publicar un comentario