sábado, 15 de abril de 2023

LA LOCURA

 



LA LOCURA


Mi más fiel compañera, que me abraza en mi soledad buscada y que aún no sé dónde está…


Eres el designio de ese margen ancestral que navega divagando entre sentimientos y pasiones encerradas buscando la rendija por la que escapar de ese miedo trepidante que causa el querer poder y no caminar de mano de la cordura hasta encontrarte con tu propio espejo que te devuelva al inicio de tu razón sin explotar tras esta puta vida desatada y llena de prisas malas consejeras…


La melancolía se adueña de ti compañera, te mira a tus ojos de gata enjaulada y abre la puerta de esa bodega eterna donde guardas las añadas de sueños sin cumplir… Ni tan siquiera tu entiendes lo que se enfrenta en tu mente mientras divagas en decisiones terrenales que abarcan sentimientos ancestrales…


Odio cuando siento que me dominas y me sometes a tus deseos más primitivos, me llevas a la espiral infinita de un pensamiento Alquímico que siempre termina por esconder los demonios que llevo dentro para adentrarme en mi continua pesadilla en la lucha contra ti maldita impostora…


Siempre sabes cómo descifrar los secretos que escondo en el rincón más recóndito de mi nublada razón, para volver a destapar la caja de Pandora y dejar renacer las raíces más arcaicas y primigenias del ser que siempre fui y nunca quise ser…


Bailas una y otra vez sobre la belleza de mi cordura, adueñándote de mis vilezas más desconcertantes y pisar fuerte dejando tu huella inhóspita en el sendero de ese camino que siempre me lleva a ti aún sabiendo que eres la senda peligrosa que todo lo puede…


Tu aliado en el reino de donde nunca jamás, siembra siempre la cosecha de la incertidumbre y su principio químico para sentarse a esperar y ver como tú sombra alargada siempre vuelve a volver hasta cubrir mi alma de tus mieles engañosas…


Y es que por mucho que deseemos luchar contra todas tus armas, la pelea es una derrotada anunciada desde el momento en que desafíe tu mirada y me deje llevar por mi peor enemigo… confiar en que el camino que me llevaría a ti sería el paraíso prometido… cuando la realidad me confirma que una vez más mi bondad fue el judas que me traicino… Unas veces se gana y otra se aprende… Dedo tibi domine stuporis...


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